Milagros Inesperados...

Hoy es un día terrible para la ecología aquí en Guadalajara. Resulta que se están quemando quién sabe cuántas hectáreas de nuestro bosque, “La Primavera”. Todo por personas que no entienden que quemar la basura que queda cuando limpian sus parcelas y lotes no es terminar el trabajo correctamente. Dicen por ahí que los campistas dejan sus fogatas encendidas y que por eso se inician estos incendios. Que no se hagan patos (no offense, Patoid): son los campesinos y trabajadores que queman basura y limpian terrenos…

Para empeorar, aquí en México acabamos de ver un reportaje sobre la matanza de focas en Canadá. Diana (mi novia) y yo deseamos que algún día a las foquitas les salgan cuernos venenosos para evitar que las maten así de ojete, eso o que alguien les enseñe karate. También me acabo de enterar que en Singapur, Tailandia, Malasia, China, y todos esos países orientales, se consumen aproximadamente 144,000 toneladas de aleta de tiburón al año. El elevado consumo es por que por aquéllas tierras creen que tal alimento es afrodisíaco: en China no hay boda en la que a los novios no se les sirva un plato de sopa de aleta de tiburón… a lo mejor por eso hay tantos chinos.

Entre tanta tragedia ecológica ha sucedido algo en mi casa que es un pequeño milagro: una de mis tortugas puso huevos. Así es señoras y señores, damas y caballeros... la tortuga, que mide unos 15 cms y ha estado con nosotros desde que cabía en una moneda de 10 pesos (unos 11 años) puso 6 huevos. Tenemos otras 3 y todas han estado con nosotros mínimo 10 años. Nunca había escuchado que las tortugas de orejas rojas (comúnmente conocidas como “japonesas” que de ello no tienen nada…) se reprodujeran en cautiverio. Es por ello que considero el que haya desovado como un pequeño milagro. Pusimos a los 6 huevos (que miden poco más de 3 cms cada uno) enterrados en una maceta a poca profundidad. Dejamos que les dé el sol y mantenemos la temperatura a unos 30ºC… con suerte seremos testigos de otro pequeño milagro en dos meses, cuando salgan las tortugitas del cascarón.

El desove fue todo un acontecimiento. La pobre tortuga tenía rato buscando en el suelo un lugar dónde cavar su nido, hasta hubo que ayudarla pues el suelo estaba duro. Cuando por fin lo hizo, sacamos la cámara de video y nos pusimos a grabar cómo ponía sus huevos, fue increíble… en cuanto encuentre el CD donde viene el driver para pasar el video a la PC lo publicaré en internet.