Tuesday, August 30, 2005

Mucho ruido y pocas nueces...

He estado muy ocupado y no he prestado suficiente atención a esto de los blogs...

Notarán que recientemente eliminé el "tag board" de este blog por que de pronto comenzó a meter pop-ups y demás basura. Me chocan los Pop-ups.
He estado involucrado recientemente en un proyecto de comercialización que ha dado buenos frutos. Me encantaría decirles que me estoy volviendo rico con este asunto, pero no es así; más bien estoy aprendiendo muchísimo sobre la forma de comercializar que se practica en México. Si tuviera que resumir mi aprendizaje hasta ahora en pocas palabras diría esto: la gente en Guadalajara es increíblemente tacaña.
Guadalajara (Jalisco) es una ciudad llena de gente chillona. Un cliente lloraba al no obtener mayores descuentos en nuestros productos y decía que "tengo que pagar de 100 a 200 mil pesos semanales a proveedores". Qué cosa tan estúpida... ¡Me encantaría pagar eso a la semana a proveedores! Quiere decir que tendría un negocio sano, que rinde como para pagar tales facturas. Pero la gente aqui lo usa como un arma para decirte "mira que jodido estoy, no me cobres más"
También he visto a mi conocido (ya les he platicado de él) hacer el ridículo en una mini-entrevista de trabajo que le conseguí con el supervisor de calidad a proveedores de uno de mis clientes. Al preguntársele qué es "seis sigma" mi conocido contestó "es una forma de vida". WTF? así contestó este amigo, que se presentó como alguien que tomó el curso de "black belt" de seis sigma. No dijo que SS es una sistema de control estadístico de procesos, ni dijo que es una metodología de trabajo orientada a la mejora continua... no, para este supuesto cinta negra de SS es una forma de vida.
Otra cosa que he visto es cómo se convierte en realidad una máxima de los negocios modernos: 90% de las empresas familiares fracasan para la tercera generación. Si tu abuelito empezó un changarrito que prosperó y tu papá lo hizo crecer, tú te encargarás de hacerlo mierda en menos de lo que canta un gallo.

Me daré un poco de tiempo para escribir sobre alguna pieza musical... he tenido la mente demasiado en otros asuntos últimamente. Me encantaría que me escribieran y me sugirieran alguna...

Sunday, August 14, 2005

El Mago y el Alquimista

Dentro del amplio catálogo de obras de J.S. Bach ningún pianista o clavecinista puede darse el lujo de no hacer estudiado alguna vez sus Toccatas para teclado.

Toccata es una pieza que refiere a una obra para teclado, aunque las primeras evidencias de la existencia de este género estaban escritas para el Laúd, se trata de una pieza de carácter fantasioso. Para no confundir con aquéllo de que el arte viene de la fantasía propia de cada uno, diré que la fantasía es un género musical que en realidad no tiene una estructura rígida. La toccata heredó del Laúd los arpegios rápidos y acordes grandes seguidos de pasajes en valores breves y desenvolvimiento brillante, con partes contrapuntísticas en estilo fugado. En el idioma musical de Bach la toccata no se usa para designar a una forma determinada: sirve de título a piezas muy diferentes, cuya unidad se logra merced a la persistencia de un diseño sonoro. Se le conocen cinco para órgano y siete para clave de las cuales, la Toccata en Do menor es la que nos ocupa ahora.

La Toccata en Do menor BWV911 se compone, a grandes rasgos, de tres partes: una introducción brillante y furiosa, un adagio al estilo de un motete que cierra con un pasaje que recuerda a la introducción, y una fuga.

La obra en sí es mágica en todo el sentido de la palabra. La introducción está llena de una sensatez increíble y el adagio que la sigue es un respiro solemne que anuncia el vigor de la gran fuga que está por comenzar. Una obra que no puedo evitar recordar cada que escucho -o toco- esta pieza es la Fantasía y Fuga en sol menor para órgano, BWV542. El violento inicio de ambas exige de forma total la atención del que escucha pues es celosa y no permite distracciones. Al iniciar a estudiar esta pieza me encontraba a menudo luchando contra mi mismo: la velocidad que uno quiere dar termina por arruinar el efecto solemne que Bach quiso dar a la toccata. Mi partitura está llena de indicaciones como "no alocarse", "sólido, pero relajado"... al grado que a veces es imposible leer las notas debajo de tanto garabato.




Al progresar las cosas, el adagio viene a calmar el ímpetu vigoroso con que está marcado todo. Se trata de un claro dentro del bosque furioso de la toccata. Lo que uno no se imagina al principio es el carácter de la fuga que sigue...

La fuga (¡y qué fuga!) es una de las más largas que Bach haya escrito para teclado. Se trata de una fuga a tres voces que tiene un sujeto larguísimo y que repite de forma curiosa la frase con la que inicia. Bach espera cincuenta y tántos compases para intruducir un contrasujeto nuevo, brillante y genial que cambia radicalmente el panorama que teníamos de la fuga. El contrapunto utilizado en la obra es también cosa de impresionar.

Recientemente Valentina trajo a mi atención la interpretación que Glenn Gould hace sobre la obra. Gould llena con su personalísimo estilo la toccata y nos hace ver en ella cosas que no imaginábamos posibles. Nunca se me habían ocurrido las cosas que él hace; por algo Gould es Gould y Yo soy, pues Yo...

Antes había escuchado la interpretación de Angela Hewitt de esta obra. Curiosamente, ella ganó el primer lugar en la competencia internacional de piano JS Bach celebrada en Toronto, me parece que en 1985 hecha en honor de Gould. Hewitt usaba un estilo legato muy lejano del staccato empleado por Gould y se podría decir que sus interpretaciones son diametralmente opuestas y sin embargo me fascinó también la interpretación de Angela Hewitt.

Valentina me preguntaba por la partitura de la toccata a raíz del post que escribí sobre la toccata en mi menor, BWV914 de esta misma serie. Ella fué quien me envió la grabación de Gould y me hizo recordar las cosas que este hombrecillo era capaz de hacer con Bach.

Glenn Gould mostraba una gran capacidad de crear a partir de lo ya creado. Ya emejota ha dicho que Gould trabajaba a la música de Bach como un artesano moldea el barro o un pintor crea con su paleta de colores y un lienzo. Pocas cosas hay tan íntimas como escuchar tocar a Glenn Gould. Magia y Alquimia es lo que hacen estos dos. Uno es el gran brujo que nos dejó una vasta colección de hechizos y conjuros para mitigar el silencio ensordecedor de nuestra vana existencia. El otro es el gran alquimista que trata de sacar oro de donde otros han sacado plomo. Y váya que saca oro... Bach brilla bajo la mano de Gould y éste brilla con la música de Bach.

Diana ha estado en casa conmigo este Domingo y he interpretado la toccata para ella. No he tenido mucha oportunidad de tocar últimamente pero cuando lo hago lo disfruto enormemente. Más disfruto cuando toco para ella, mi contrasujeto.

Monday, August 08, 2005

Vuelos Nocturnos

Me gusta volar de noche.

Hay una sensación de paz y armonía cuando se está a los controles de una aeronave que vuela de noche, ahí en donde el cielo tarda más en volverse negro, taciturno, y casi nunca hay nubes que tapen las estrellas. No sé cómo explicarlo... solamente sé que es así.

-Hawker November niner-six-two-one sierra, radar contact. Descend and maintain flight level two-three-zero. Expect vectors for LEMMIG one arrival to San Antonio.
- Roger, approach; Descend and maintain flight level two-three-zero, expecting vectors for LEMMIG one arrival. Hawker six-two-one sierra.

Miré a mi izquierda y solamente alcanzaba a ver en el horizonte una sutil línea anaranjada. Abajo se adivinaba una gruesa capa de nubes, tal y como nos lo habían informado previamente. Estaba nervioso: era la primera vez que aterrizaría un avión de 23,000 libras casi a ciegas. Digo "casi" a ciegas por que la visibilidad reportada sobre el nivel del suelo era menor a 300 pies. Revisaba ansioso el procedimiento de aterrizaje y recitaba para mi cada paso de la secuencia del proceso. De pronto, escuché al controlador de aproximaciones decirme que era yo el 4to en sucesión a tomar la aproximación a la pista.

-Hawker six-two-one sierra, you're fourth in-line for the approach. Descend and maintan one-eight thousand, slow to one-eight-zero knots. Altimeter is two-eight-niner-two

-Descend to one-eight thousand, slow to one-eight-zero and altimeter is set to two-eight-niner-two. Hawker six-two-one sierra.

Retardé las palancas de los aceleradores y dije al primer oficial que revisara la lista de descenso. Al hacer las comprobaciones necesarias comenzamos a bajar a 18000 pies de forma suave, al principio. Luego con la nubosidad que había las cosas se pusieron un poco agitadas, pero nada de que preocuparse. Todo era normal, pero yo seguía nervioso.
Al entrar a la capa de nubes, y no después de un par de correcciones de rumbo por parte del controlador, por fin interceptamos la trayectoria de la pista y comenzamos los descensos programados según la carta de navegación. Seguíamos bajando y las nubes no se quitaban. Reportamos estar sobre el outer marker de la pista y el controlador nos respondió:

-Hawker six-two-one sierra, contact the tower at 119.65. Good night, sir.
-The tower at 119.65, good night and thanks.

Al contactar a la torre estabamos ya entrando a la configuración de aterrizaje. Todo iba bien. Los controles se sienten más "gordos" por la proximidad del suelo (el famoso ground effect) y los movimientos del avión cada vez son más sensibles. Nada del suelo aún; las nubes cubrían todo y escondían el terreno, con la excepción de las luces de la ciudad y de algún edificio. Descendíamos y sentía un nudo en el estómago... El ILS (Instrument Landing System) decía que íbamos en la trayectoria correcta tanto de dirección como de planeo... pero me sentía nervioso.
El momento de la verdad... tren abajo, flaps en posición, spoilers armados.. todo en orden, no se me olvida nada... ¡pero no se vé la pista! me acerco a la altura de desición y tendré que abortar el aterrizaje... ratas...

-Five hundred,
dijo el copiloto anunciando 500 pies de altura sobre el terreno.

La pista no se ve aún... ratas, me prepararé para la aproximación fallida

-Three hundred

¡ahí está!

-Tower, Hawker six two one sierra, runway in sight.

-Hawker six two one sierra, wind 320 at 10, runway 30 left you're cleared to land.

La pista había salido de la nada, con sus luces centelleantes y una algarabía tal que parecía que festejaba nuestra llegada. Continuamos el aterrizaje -ya no aproximación- y posé el avión suavemente sobre la pista. Inmediatamente armamos las reversibles y comenzó un rugido fuerte al tiempo que el avión se detenía...

Desde entonces me gustan más la noche y los días nublados.